domingo, 21 de marzo de 2010

Tiempo

Se me hizo tarde entre sus brazos. Miré el reloj y supliqué a las manecillas tan solo 5 minutos más a su lado. Pero el tiempo pasa sin que nadie pueda evitarlo. Se me hizo tarde entre sus labios. Y tal vez sea su voz o fuesen solo su risa pero necesitaba quedarme a su lado. Y el segundero avanzaba cada vez más rápido. Estoy segura de que se burlaba de mi. Se reía de las lágrimas que asomaban por mis ojos de solo pensar en alejarme. Una vez más.
En aquellos días aún me mirabas como si me quisieses. Y yo te miraba segura de que nunca mentirías.
El tiempo era de los tres quien sabía lo que hacía.

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