Nos sentamos en un banco y hablamos. Hablamos de todo lo que os podáis imaginar y de lo que no, también. Comimos pipas, pipas en cantidades industriales, sentados en el respaldo del banco y tirando las cáscaras en el asiento. Como debe ser. Y tantas comimos que cuando se acercó a mi y me besó, sus labios sabían a sal.
Sabían a mar.
Y cerré los ojos y pude escuchar el canto de las gaviotas. Las olas acariciando la arena.
A día de hoy Facundo aún me recuerda a ti.
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Y el toro dijo al morir, "Siento dejar este mundo sin besar...digo, probar, pipas Facundo"
ResponderEliminarMe encantó lo de "cuando se acercó a mi y me besó, sus labios sabían a sal.
Sabían a mar" ES PRECIOSO :3
Te anou.
Pipas facundo las mejores de este mundo ♬
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