Me giró la cara y me obligó a mirarle a los ojos.
Luchaba en silencio por retener las lágrimas que se empeñaban en asomarse por mis ojos. Hice acopio de todo el odio que bullía en mi interior y lo concentré en mi pupila al levantar la cabeza.
-¿Has acabado ya de joderme la vida?
Y me besó.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sabes que yo soy tu musa oculta.
ResponderEliminarNo, que va. Mentira. Tu no necesitas de eso.
L)
Me encanta, y me encantas