domingo, 6 de octubre de 2013

When we are alone


Fue la transición inesperada de tu mejilla a tu boca.
De mis manos en tus hombros a mis uñas en tu espalda.

Del nunca, al tal vez, al sí, al siempre
Del querer, al poder, al necesitar.

El mundo no se paró cuando te conocí.
Al contrario, empujaste mi mundo a seguir.

La transición inesperada, pero necesaria,
de darme cuenta de que en el agujero donde cavaba mi propia tumba,
había un árbol que plantar.

De hojas rojas,
de corteza blanca.

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