domingo, 11 de abril de 2010

Las cosas claras y el chocolate, en tableta, que espeso no me gusta.

-Hola, me llamo Claudia y soy idiota. No muy idiota, solo un poco. El nivel normal de idiotez, estoy en la media, puede que algo por encima...
-No te enrolles.
-Uy sí sí, mil perdones! Pretendía empezar desde el principio, el más tierno principio. Yo nací un lluvioso 21 de febrero en la ciudad de A Coruña (La Coruña, Coruña... como os venga bien) eran más o menos las 5 y media de la tarde...
-No, no tan desde el principio!
-Lo siento, lo siento. Déjeme intentarlo de nuevo. Estoy seguro de que podremos entendernos.
-Última oportunidad.
-Bi bi bi... bien (tartamudeo) La cosa empezó a torcerse digamos que hace un par de meses. Sin entrar en detalles, no quiero tener que hacerle escuchar los improperios con los que tendría que describir sus actos! Era.. era... no sé describir lo que era para mi...
-Tal vez deberíamos dejar esta conversación para más adelante.
-No! Por favor no! Déjeme... necesito... pensarlo todo un momento! Las ideas son miles de hilos que se entrecruzan se lían y se anudan los unos con los otros en mi cabeza, empiezo a hablar sobre una idea, tiro de un hilo, este hilo arrastra a otro o no sale o se rompe atado a otro y no soy capaz de aclararme! ¿Comprende? No, no comprende... No es usted, soy yo! No me explico, no me explico! Otro símil! Son miles de colores en mi cabeza que se juntan y hacen mezclas raras! Están el azul y el amarillo, muy claros los dos, pero se juntan y hacen verde! Y yo no sé como tomarme eso la verdad, no sé como explicarlo con palabras... ¿Me he explicado ahora? No no no no. Claro que no! A ver si ahora...los pensamientos son como pájaros, por separado son bichejos muy simples y bastante fáciles de comprender pero se juntan, echan a volar, emigran, hacen formas raras en el aire y luego ya no hay quien los cace! ¿Ahora? ¿Ahora sí no?
-...

Y me encontré hablando sola frente al espejo. Hay cosas que ya no quiere escuchar ni mi reflejo, que da la vuelta y desaparece a donde quiera que vayan los reflejos cuando no los estás mirando.

3 comentarios:

  1. Los reflejos acabarán por hartarse de que les contemos contemos nuestra vida. Algún día su venganza caerá sobre nosotros y entonces, ENTOCES, olvidaremos todos los problemas anteriores, ya que serán nimiedades en comparación

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  2. Jenial! :D ( fijate que jenial es, que lo pongo con la letra jefa )

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